Saludos



SALUDO DESDE MONTREAL, CANADA

Cuando leo la autobiografia de Francisco Izquierdo Ríos en su memorable novela “Mateo Paiva el maestro” me saco el sombrero, ya que es admirable la labor que realizó y la que realizan  hasta hoy tantos maestros y maestras, arriesgando sus vidas en tan difíciles condiciones y circunstancias.

Mi madre fue maestra en Carmen de la Legua del Callao cuando no había pistas para llegar a dicho lugar. Yo era niña y observaba con admiración el sacrificio que ella hacía para ir a brindar educación a los niños. Veía en mi madre una heroína que  se sacrificaba por los demás. Me marcó para siempre esa actitud y por eso es que admiro la misión y la función docente, más aún si esto se lleva a cabo en zonas rurales.

Ahora que tengo conocimiento del homenaje a Francisco Izquierdo Ríos y después de haber leído Mateo Paiva el maestro, veo que el esfuerzo admirable de mi madre, resulta pequeño frente a todo lo que los maestros rurales del Perú y del continente realizan hasta hoy; pues los problemas que Francisco Izquierdo Ríos expone, continúan vigentes y sin soluciones hasta la fecha.

Desde Montreal reciban el saludo de una peruana que admira el trabajo de los maestros, de aquellos que, con verdadera vocación y altruismo y sin medir ningún sacrificio, se consagran por el bien de la niñez, por su educación, y por un mundo mejor que ahora sabemos que si es posible.
Los felicito de todo corazón

Mariela Garmendia Huapalla.





DESDE MANAUS, BRASIL
Oh que alegría,
Oh que placer
hoy es el día
¡Ya se leer!

Recuerdo, mas o menos así una poesía que me enseñaron en la escuela y surge de manera espontánea de mi memoria porque realmente es una gran alegría y enorme placer enterarme del merecido homenaje a Francisco Izquierdo Ríos que personifica al maestro peruano en su trascendente novela MATEO PAIVA EL MAESTRO.

Este homenaje está recorriendo el mundo como noticia y en buena hora que así sea. Me enteré de esta importante actividad a través de un enlace recibido procedente de Canadá.

Felicitaciones por la llave de la ciudad que has recibido y éxitos en la bella jornada que Educap y el equipo que la integra realizan con laudable desprendimiento.

Reiterándoles mis felicitaciones me despido de ustedes instándoles a seguir adelante; pues, detenerse es retroceder.

Enedina Herrera
Maestra peruana, residente en Brasil, por persecución política de la Dictadura Fujimontesinista.

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