Primer Encuentro Nacional


NOTAS Y REMEMBRANZAS DEL
PRIMER ENCUENTRO NACIONAL ANUAL
DE “MATEO PAIVA” CON SU PUEBLO.


PRESENTACION.


Educap, asociación de educadores con trece años de permanente
actividad cultural, llegó a Saposoa en agosto del año 2010 para
celebrar el Centenario del nacimiento de Francisco Izquierdo
Ríos, uno de los más grandes educadores peruanos, autor de
29 libros y otros apuntes aún no publicados; maestro que tuvo
participación activa en diferentes organizaciones populares en
las apartadas comunidades donde laboró, haciendo eco de sus
concepciones filosóficas y sapiencia pedagógica, considerando
al hombre como “almácigo de posibilidades generosas. Mina de
tesoros escondidos”.

Como todas las novelas de Francisco Izquierdo Ríos, MATEO
PAIVA, EL MAESTRO es también autobiográfica. En esta obra
describe y explica la vida del estudiante de pedagogía y la del
maestro de escuela. Denuncia el abuso que cometen las autoridades
en las comunidades rurales, critica y señala con precisión los vicios
de los funcionarios públicos, particularmente los del Ministerio de
Educación.

EDUCAP al promover el Primer Encuentro Nacional Anual de
“Mateo Paiva” con su pueblo, homenaje que se llevará a cabo en
Saposoa, ciudad natal del maestro, todos los años en el mes de
junio, se propone alcanzar los siguientes objetivos:

a. Hacer de la ciudad de Saposoa el centro de la actividad cultural
de la región San Martín, tomando como eje transversal la
obra literaria de Francisco Izquierdo Ríos y promoviendo la
participación de maestros, estudiantes y trabajadores del arte,
la ciencia y la cultura en general.

b. Estimular a los maestros y estudiantes de la región a estudiar y
difundir el legado cultural de Francisco Izquierdo Ríos.

c. Concitar la atención de intelectuales y artistas para su
participación en el ENCUENTRO NACIONAL ANUAL DE
“MATEO PAIVA” CON SU PUEBLO.

d. Reconocer y premiar la labor cultural de personalidades
de diferentes lugares de la región que contribuyen con la
educación y la cultura por iniciativa propia y sin apoyo estatal
ni privado.

Esta propuesta ha sido analizada y evaluada por el Concejo
Provincial de Huallaga y comprendiendo la importancia de
esta altruista iniciativa, fue aprobada mediante ordenanza.
Este magno evento servirá, además del logro de los objetivos,
para la presentación de resultados de investigaciones acerca de
la vida, obra y muerte de Francisco Izquierdo Ríos, a través de
conferencias, mesas redondas y talleres programados con la
debida anticipación.
Lima, Junio del 2011
LA COMISION CENTRAL

COMISIÓN CENTRAL:
Presidente: Carlín Shapiama Dávila
Coordinador Regional : Alfredo Ríos Guzmán
COMITÉ EJECUTIVO PROVINCIAL DE HUALLAGA
Presidente: Lic. Martha Luz Cárdenas Salinas.
Directora de la UGEL Huallaga
Vicepresidente: Ing. Fernando Grandez Veintemilla –
Alcalde Huallaga, representado por el
Sr. Manuel Solsol S.
Sec. de Actas: Prof. Armando Peñaherrera Dávila
Sec.de Organización: Ing. Abertano Cárdenas Rengifo
Tesorero: Prof. Edgar López Sánchez
Vocales: Prof. Luís Yomona F.
Prof. Humberto Alegría
COMISIONES EJECUTIVAS:
Diez comisiones operativas con treinta responsables, para todas las
actividades programadas.
ORGANIZACIONES AUSPICIANTES:
Municipalidad Provincial de Huallaga-Saposoa
Unidad de Gestión Educativa Local de Huallaga-Saposoa
Gremio de Escritores del Perú – GEP
Asociación Cultural “Francisco Izquierdo Ríos”

SIGNIFICADO ESTATUILLA DE FRANCISCO IZQUIERDO RIOS

Francisco Izquierdo Ríos emerge, con libro en mano,
de un sólido muro en cuya base se encuentra la representación de
la novela MATEO PAIVA EL MAESTRO. Este muro representa
la solidez de su personalidad así como la de sus concepciones
filosóficas y pedagógicas. Elementos que le han servido de base
para optar por una permanente actitud valiente, desinteresada y
con constante generosidad.

PERSONALIDADES QUE RECIBIERON DIPLOMA DE HONOR Y LA
ESTATUILLA DE FRANCISCO IZQUIERDO RIOS

• Abel Hoyos Salazar (MOYOBAMBA):
Por la investigación realizada sobre la obra de Francisco
Izquierdo Ríos.
• Raúl Del Águila Rojas (RIOJA):
Por la incesante investigación histórico cultural y el
impulso del primer museo regional en la ciudad de
Rioja.
• Nemecio Egoavil Araujo (SORITOR):
Por su condición de cantautor genuino con una producción
de más de 40 canciones inéditas.
• Waldemar Soria Rodríguez (LAMAS)
Por su trascendente aporte al conocimiento histórico
de la Amazonía y por su incansable labor literaria y de
investigador socio cultural.
• Carlos Maktangrunaka (LAMAS):
Por su incansable actividad cultural y rescate del
patrimonio histórico de Lamas
• Julio Quevedo Chávez (TARAPOTO):
Por ser el pionero de la prensa escrita de la región San
Martín.
• Oliver Tarazona Vela (JUANJUI):
Por su constante trabajo de investigación y revaloración
de la cultura amazónica, representado en el Museo
Regional "Los Pinchudos” de Juanjui.






AUTOR DE LA ESTATUILLA

El escultor Wagner Gamboa ha logrado que esta
pieza de arte que hoy sirve de estímulo a quienes trabajan por
la educación, la ciencia y la cultura, expresara desde el primer
contacto con ella, la importancia del libro en manos de los
maestros y particularmente, el “MATEO PAIVA, EL MAESTRO”
como elemental y básico soporte moral en momentos de severas
dificultades y de crisis educativa.
Esta estatuilla y un Diploma de Honor hizo entrega
Educap a personalidades que con gran vocación de servicio y
elevado interés por la cultura, nos entregan a diario y en los
lugares donde viven, muestras de su entusiasmo y compromiso
con los demás, sea a través de museos, publicaciones, canciones
u otro tipo de expresión cultural, que contribuyen en la difusión
y conservación de la cultura local, la sabiduría de los pueblos que
los grupos de poder pretenden que olvidemos.








El Encuentro Nacional Anual de “Mateo Paiva” con su Pueblo y
EL LEGADO DE FRANCISCO IZQUIERDO RIOS

 

A 101 años de su nacimiento se observa toda una movilización
cultural orientada a desentrañar y descubrir el legado de Francisco
Izquierdo Ríos. En Lima, Educap y su Escuela Pedagógica
Latinoamericana (EPLA), así como el Gremio de Escritores del
Perú; y en su ciudad natal, la Municipalidad de Saposoa presidida
por su dinámico Alcalde Ing. Fernando Grández Veintemilla,
representado en el Comité Ejecutivo por el Sr. Manuel Solsol,
en estrecha vinculación con la Ugel, a cargo de la Lic. Martha
Luz Cárdenas Salinas y el conjunto de profesores a su cargo. Es
de destacar, sin embargo, la participación de dos personajes de
la provincia que luego de tomar la iniciativa de Educap para la
realización de este certamen, asumieron y le dedicaron tiempo,
esfuerzo y amor a la tarea desde la Comisión Central de este evento.
Ellos son Carlín Shapiama Dávila, natural de Tingo de Saposoa y
Alfredo Ríos Guzmán, natural de Saposoa, muy querido maestro
que vive en la Plaza de Armas de esta importante ciudad.

Los homenajes al “viejo Pancho” están por todo lugar, quedando
demostrado con esto que los hombres de valor brillan aún después
de muertos aunque en vida hayan sufrido incomprensiones,
persecuciones y encarcelamientos. Coincidentemente, en estos
últimos años, hasta los gobernantes han rendido homenaje
a quienes en vida fueron perseguidos y sufrieron carcelería.
Ejemplifican esto los casos de Ciro Alegría, Luís Nieto, Adela
Montesinos, Luís Valle Goycochea, que tuvieron y tendrán siempre
el reconocimiento de su pueblo, más no de los gobiernos. Significa
esto que en el Perú y bajo el régimen del sistema capitalista, a los
hombres de valor los persiguen, encarcelan y hasta los matan y
cuando están muertos son motivos de homenajes. De estar vivo
“el viejo Pancho”, seguro que estaría perseguido o preso por ser
uno de los abanderados de la anticorrupción.

El “viejo Pancho” hijo del pueblo que vivió para el pueblo

Francisco Izquierdo Ríos, hombre de pueblo y maestro de escuela,
no sólo ha extraído lecciones de los tantos libros que ha leído,
sino, fundamentalmente de la rica experiencia vivida desde
su tierna infancia en medio de la ubérrima selva y los variados
lugares donde realizó su labor docente y de escritor.
Sus cerca de treinta libros publicados son testimonio de una vida
inquieta, inconforme y deseoso de cambio por un mundo mejor.
Con visión positiva y optimista ha escrito afirmando que “El
hombre es un almácigo de posibilidades generosas. Mina de tesoros
escondidos”. Se ha identificado con los pobres y ha levantado su
voz por el logro de reivindicaciones y defensa de los derechos de
los humildes. Despedido del trabajo en diversas circunstancias,
perseguido y encarcelado por sus ideas, ha mantenido latente su
confianza en el trabajador, en el maestro, en la mujer, los jóvenes
y niños. Amó la vida y vivió de manera sencilla; por eso decía “la
vida es simple como la luz del día y hay que vivirla así”.

Sus primeros años los pasó en su tierra natal.

Hasta los nueve años se dedicó a jugar y ayudar en los quehaceres
del hogar que, como se comprenderá, en la selva, la vida de
los niños es muy diferente a la de los niños de la costa o sierra,
particularmente a los de la ciudad. Vivió como hasta hoy viven
los niños de la selva: haciendo de cazador, pescador y recolector;
y, por supuesto, jugando con animales vivos, particularmente con
serpientes, tortugas, escarabajos, mariposas y cuanto bicho existe
en la Amazonía. Los niños amazónicos, tienen una actitud familiar
con los fenómenos naturales y cuando se encuentran en peligro,
se precian de ser valientes ante los demás y no tienen miedo ni al
agua de los caudalosos ríos, ni a las torrenciales lluvias, ni a los
peligros que encierra el monte tanto de día como de noche.

A los nueve años comienza su escolaridad formal y desde
muy pequeño demuestra su carácter independiente y rebelde,
características que lo acompañan durante toda su vida.
Una vez concluidos sus estudios de educación secundaria y en
mérito a una beca, estudia en el Instituto Pedagógico Nacional
de Varones, donde cuestiona y discute planteamientos filosóficos
así como actitudes y métodos que no los consideraba correctos
La gran mayoría de sus profesores se vieron en aprietos ante un
estudiante cuestionador y discrepante. Al concluir sus estudios y
en la fecha de graduación hizo algo insólito: echó fuego a todos
los libros, separatas y cuadernos utilizados en sus años de estudios
por considerarlos inútiles para su desempeño profesional.

El maestro continúa enseñando

Como educador se caracterizó por el estudio crítico de las
corrientes pedagógicas de su época. Fue severo con quienes
usaban la Pedagogía como elemento de lucimiento personal a
quienes los calificó de “teóricos gaseosos, que viven a costa de la
Pedagogía. ¡Oh Pedagogía, cuántos falsos valores medran bajo tu
sombra! ¡Cuántos absurdos, cuánta huachafería, cuántos desatinos
se cometen en tu nombre!.

Fustigó mucho la presencia de religiosos en los quehaceres
educativos; pues la religión debe predicarse en los templos y la
ciencia en las escuelas. Una actitud, no menos exigente y crítica,
tuvo con los burócratas de todo nivel. Rechazaba las actitudes y
poses de jefezuelos y calificó al Ministerio de Educación como
“el panteón de las esperanzas de los maestros”. Satirizaba de
manera mordaz el comportamiento de los empleados públicos
para quienes dijo que “lloran con un ojo por el jefe que se va y
con el otro lisonjean al que lo sustituye”.

Tuvo conceptos elevados sobre la función docente: “Ser maestro
no es sólo proporcionar conocimientos a los discípulos, sino
también despertar, suscitar, en ellos una inquietud renovadora
en función de su país, particularmente, y del mundo, en general;
moldear al alumno, al joven, como un verdadero hombre del
futuro”; y precisaba aún: “los hombres con vocación genuina para
maestros son rara avis, como los santos”.

En la novela “MATEO PAIVA EL MAESTRO” describe con
precisión su actuación de maestro y queda claro cuando dice: “En
las escuelas donde le tocaba trabajar, rompía los viejos moldes.
Insuflaba vida. Sacaba a los niños al campo, a la Naturaleza.
Llevaba la Naturaleza a le escuela, sembrando en ella árboles y
flores. El vetusto Programa Oficial de Estudios no le servía sino
como un simple documento de referencia. Ante una tempestad,
un río, una mariposa, un arco iris, Mateo Paiva tiraba a un lado el
Programa…”

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En su condición de autoridad educativa demostró elevada
valoración por los maestros rurales y de frontera “Hay que rendir
homenaje sin reservas a los llamados “maestros de los ríos”,
entre los cuales se encuentran los de fronteras. A esos hombres
y mujeres que con toda clase de peligros alrededor, con toda
índole de privaciones, laboran en las escuelas a orillas de los ríos,
sepultados en el fondo de los bosques. Maestros sin ningún título.
¡Pero qué importa el grado en esos hoscos parajes! Lo que allí
vale es un gran corazón y un alma grande. Y esos maestros los
tienen de sobra. Siembran patria y aspiración de progreso en esas
remotas tierras bárbaras, con altísima abnegación; en esas tierras
abandonadas de la mano de Dios. Salen de Iquitos y surcan o
bajan las vastas corrientes en débiles piraguas durante días hasta
llegar al lugar de sus planteles. Afrontan las inundaciones en
las desmesuradas crecientes de los ríos, dentro de sus escuelas
elevadas sobre el agua por horcones, donde acuden los niños en
pequeñas canoas. ¡Cuántos maestros naufragan en sus viajes!
¡Cuántos se ahogan! ¡Y de cuántos otros riesgos más son víctimas!
De las fieras, de los insectos, de las endemias, del hambre, de los
indios salvajes, de las soledades espantosas. Habría que auscultar
el ánimo de una maestra joven, en una tenebrosa noche de esos
parajes desolados, para comprender todo el tremendo drama de
los llamados “maestros de los ríos”.

El funcionario rebelde
Trabajar como funcionario del Ministerio de Educación, más
que una satisfacción fue una permanente preocupación y fastidio
frente a la holgazanería de los que allí trabajan. Tal como sucede
hasta hoy: especialistas en poner dificultades a las gestiones de
los maestros; expertos en evasivas y dilaciones para terminar
solicitando coimas o prebendas; y la mayoría dando muestras de
un rechazo total a las manifestaciones culturales o inquietudes por
la investigación científica de los maestros y se pasan la vida sin
entender lo que significa en tiempo y valor a las publicaciones que
en diferentes lugares del país producen los maestros. “Descubrió,
con pena, que los periódicos y revistas, aun libros, que publican los
maestros del país, con mucho esfuerzo y sacrificio, y que envían
regularmente a las dependencias del Ministerio de Educación, no
reciben en ellas la atención que corresponde a su significación
en el proceso cultural del país; los tiran por ahí como papeluchos
inútiles… Tantos valiosos fondos para organizar una Biblioteca de
Periodismos Escolar, en que se toma el pulso al pías, desechados
como basura”.

Su actitud frente a los vicios que caracteriza al Ministerio de
Educación ha sido siempre de rechazo y los expresaba unas veces
en forma directa y otros con sorna, en ambos casos, siempre
señalando el problema y con la debida claridad y firmeza. Sobre
los burócratas y las constantes movidas de papeles se expresó de
esta manera: “Todo es papel. Para todo es papel. El papel aguanta.

Un remolino de papeles es el Ministerio de Educación. Amazonas
de papeles. Océano de papeles. Niágara de papeles. Malstrom de
papeles. Orgía de papeles... En las manos de todos sus empleados,
hay papeles. En todas sus dependencias, en todo su espacio, en
todos sus rincones, en todas sus mesas, hay papeles, amarrados
en paquetes, sueltos, colgados, volando… ¡Cuando uno entra allí,
sale mareado de papeles!. ¡Sale loco de papeles! La visión de los
papeles los persigue aún por mucho tiempo, hasta en sus sueños…
¡sufre pesadilla de papeles!

Un hombre a la altura de su tiempo
Como hombre de su tiempo se identificó con las ideas socialistas
y luchó por concretarlas en la realidad de cada lugar donde vivió
y trabajó. “Hermoso es pelear y morir por un ideal que tienda
a mejorar la condición del hombre, la mísera condición de los
pueblos” dijo al referirse a la actitud claudicante y entreguista de
sus contemporáneos apristas.

Valoró mucho al Perú, su patria; y, al maravilloso paisaje peruano
calificó como “retablo prodigioso de paisajes y sucesos”. Por
el Perú y para el Perú vivió y luchó desafiando los rigores de la
naturaleza y enfrentándose a la corrupción de las autoridades. No
tuvo temor a los calificativos que le imprimían sus adversarios,
lo que queda expreso cuando dice: “Acostumbrábase tildar de
“comunista” o “aprista” a cualquier persona, cuando se quería
anularla o servir otros mezquinos intereses. Y así se destituían
maestros, empleados públicos y llenaban los presos las cárceles
de las ciudades y la tristemente célebre isla marítima El Frontón, o
se les deportaba o fusilaba. Los términos “comunista” y “aprista”
valían como poderosa arma opresora del gobierno conservador y
a todas las fuerzas oscuras que esclavizan al Perú”
.
Francisco Izquierdo Ríos ha dejado para las nuevas generaciones
y en particular para los maestros en ejercicio de sus funciones
un legado de variado contenido: De una parte la demostración
viva y real que demuestra que la concepción del mundo es la
que determina el actuar de las personas. El vivió y luchó desde
una concepción materialista dialéctica que le permitió actuar
con rectitud y sin dobleces, cualquiera que haya sido el lugar,
la circunstancia o el cargo que haya desempeñado; y de otra
parte demostró que pese a las incomprensiones, persecuciones o
encarcelamientos, la verdad se impone sobre todas las cosas y la
valentía frente a una causa justa se impone y logra brillar con luz
propia a través del tiempo.
COLECTIVO EDUCAP

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